Yo Te Digo, ¡Levántate!

Yo Te Digo, ¡Levántate!

Existen numerosas historias bíblicas que comparten la compasión de Jesús hacia los enfermos y los que sufren. Puede que recuerdes o no este pasaje bíblico sobre Jesús levantando al hijo de una viuda. Es un mensaje breve pero poderoso que muestra una vez más la gran misericordia de Dios por los heridos.

Personalmente he sido testigo de la intervención de Dios en mi vida y en la de muchos a mi alrededor, por lo que creo que Su corazón sigue siendo el mismo hoy, y honestamente, a través de nosotros, Jesús está más vivo ahora que en los tiempos bíblicos. Estas son «BUENAS NOTICIAS.»

Jesús fue a un pueblo llamado Naín, y sus discípulos junto a una gran multitud, lo acompañaron. Al acercarse a la puerta del pueblo, sacaban a un muerto, el único hijo de una madre viuda. Una gran multitud de la ciudad estaba con ella, y cuando el Señor la vio, su corazón se compadeció y le dijo: «No llores».

Luego subió y tocó el féretro donde llevaban el cuerpo, y los porteadores se detuvieron. En ese momento el Señor dijo: «Joven, te digo, ¡levántate!». El muerto se incorporó y empezó a hablar; Jesús se lo devolvió a su madre.

¡No puedo imaginar el asombro y la maravilla de ese momento! El dolor y la tristeza de la madre conmovieron el corazón del Padre (DIOS) con mucha compasión y misericordia hacia ella.

Creo que Jesús estaba en alta sintonía con el corazón del Padre y era operador de Su dirección en todo momento.

Es hora de reflexionar

Al reflexionar sobre este pasaje, veo tres milagros asombrosos que tienen lugar y son movidos por el amor y el sufrimiento de una madre frente a la pérdida de su hijo. Su dolor encendió el corazón de Dios para que éste se moviera e interviniera con un milagro que devolviera la vida a su primogénito.

Primero, Dios restauró la vida a este joven; segundo, aumentó la FE de la multitud para creer en Su poderosa gloria al manifestar dicho milagro, y finalmente, Dios restauró gozo al corazón de la viuda.

Al buscar mi sanidad, Dios ha mostrado esta compasión y misericordia una y otra vez. A veces reducimos nuestro pensamiento para creer que Dios debería aparecer de una manera específica en lugar de hacerlo de formas inesperadas, formas que podrían superar nuestras expectativas restringidas.

He descubierto que es más fácil abrazar el viaje aceptando Sus caminos en lugar de limitarlo con mi mente. Él ve cosas que tal vez nosotros no y, al igual que se mostró ante la viuda, puede hacer lo mismo por ti.

¿Te interpones en su camino? Al dejar que Él esté en tu vida, es posible que Él no solo se muestre por ti, sino también por los que te rodean. Eres el faro de luz que mueve Su corazón para intervenir en milagros y maravillas para ti y otros para Su poderosa gloria.

Lucas 7: 11-17

Declaración de oración

Padre Celestial, gracias por tu abundante compasión y misericordia por mí y por aquellos que están profundamente heridos.

Oro en nombre de los que están sufriendo hoy, para que intervengas en medio de su dolor y sufrimiento como lo hiciste con el hijo de la viuda.

Convierte nuestras lágrimas en risa y nuestros dolores en alegría, consuela nuestros corazones para abrazarte en nuestras vidas como nuestra única fuente de vida, amor y paz.

Que descansemos sabiendo que eres bueno y que tu mano milagrosa está trabajando en cada tormenta que podamos enfrentar.

Tu voluntad es bendecirnos a nosotros y a quienes nos rodean, gracias por llamarnos tu faro de luz. Deja que nuestra fe en ti mueva tu corazón para intervenir en nuestras vidas con milagros sobrenaturales y maravillas para tu gloria. En el nombre de Jesús, ¡Amén!

Sanando a través de la fe en Jesús por Karen Berrios