Oración Diaria – Salmo 103

Salmo 103: Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios: EL PERDONA TODOS MIS PECADOS. EL CURA TODAS MIS ENFERMEDADES.

Jesús, eres mi Sanador. Hoy recibo salud y curación para cada órgano, tejido y célula de mi cuerpo. Recibo salud y fuerza para todos mis huesos, músculos, ligamentos y tendones.

Recibo la vida zoe de Dios en mi sistema inmunológico. Mi sistema inmunológico es fuerte y hace que cada germen, virus o célula anormal que trata de formarse en mi cuerpo se marchite y muera en el Nombre de Jesús.

Mi vida está rescatada de la destrucción. Tengo una mente sana porque tengo la mente de Cristo. Estoy cubierto de Tu tierno amor y dulce misericordia.

Sacia mi boca de bien para que mi juventud se renueve como la del águila. Tú haces por mí justicia y juicio contra la opresión. Soy libre.

Me das a conocer Tus caminos y me das sabiduría y entendimiento. Soy tu hijo y te sigo.

Como los cielos se elevan sobre la tierra, tan grande es tu misericordia para conmigo. Recibo Tu gracia y misericordia para cada necesidad.

Bendice al Señor, alma mía.

Por Jan Lauletta, directora y fundadora de God’s Grace Healing Rooms

Reflexiones finales

En esta reflexión final sobre el Salmo 103, es importante destacar la grandeza del amor y la misericordia de Dios. El salmista nos recuerda que Dios perdona nuestros pecados, sana nuestras enfermedades, nos redime de la destrucción y nos corona de amor y compasión.

Es un llamado a recordar y valorar las innumerables bendiciones que recibimos de Dios cada día. Nos insta a no olvidar todos los beneficios que hemos experimentado a lo largo de nuestra vida y a dar gracias por ellos.

Este salmo nos invita a tener un corazón agradecido y a alabar a Dios con todo nuestro ser. Nos recuerda que Él es lento para la ira y abundante en amor, y nos anima a confiar en Su fidelidad y bondad.

Al reflexionar sobre este salmo, somos desafiados a vivir en una actitud constante de gratitud y alabanza a Dios. Reconocemos que somos amados y cuidados por un Dios que nos perdona, sana y nos colma de bendiciones.

Inspirese a llevar una vida de adoración y agradecimiento, reconociendo la grandeza y bondad de nuestro Creador. Nuestras palabras y acciones reflejen la gratitud y el amor que tenemos hacia Dios, y que nos impulsen a compartir Su amor con los demás.

Que el Salmo 103 nos recuerde siempre el inmenso amor de Dios y nos lleve a vivir en una profunda comunión con Él. Que nos motive a ser personas agradecidas y compasivas, extendiendo el amor y la misericordia de Dios a quienes nos rodean.

En resumen, este salmo es un recordatorio de las bendiciones y el amor inagotable de Dios. Es un llamado a la gratitud y alabanza, y nos desafía a vivir en respuesta a Su amor. Que este salmo sea una fuente de inspiración y fortaleza en nuestra caminata espiritual.